Tragedia

Me convertí en Rudbekia, la villana dentro de una novela de fantasía que sería asesinada a manos de su marido. El maldito de mi padre, ya ha decidido con quien me volveré a casar a través de un matrimonio político. El principal problema, es que mi futuro esposo es quien me matara. Necesito encontrar una forma de sobrevivir. Si actuó inofensivamente ante la gente del Norte, si protejo a la hermana de mi marido, a quien maté en la historia original, y si finjo estar completamente enamorada de él, ¿tal vez me perdone la vida? —¡Me he enamorado de tí! ¡Así que por favor sálvame!

¿Qué presidenta? ¡Ven y ayúdame a administrar el refugio! ¿Fuerzas especiales femeninas? ¡Ven y sé el capitán de la guardia! ¿Cuándo se acerca el fin del mundo, las presidentas, bellezas, secretarias, electricistas, programadoras y otros profesionales se reducen a desperdicio? ¡No tengas miedo de venir a mi refugio subterráneo, siempre que los talentos sean seres humanos!

En el caótico mundo después de que el juego "Moyu Zhengtou" invadió la realidad, Mo Bei, como una fuerza central en la coalición humana, lidera a su equipo en repetidas ocasiones para eliminar a los demonios que pueden resucitar una y otra vez. Sin embargo, en una de las batallas, tanto los demonios como los humanos perdieron a sus principales combatientes; la sangre del rey demonio y la de Mo Bei se mezclaron. Y en un día, en las profundidades de un río de sangre, renació un monstruo mitad humano, mitad demonio...

Soy Lydel Cross. Cuando cumplí 18 años, el Emperador me atrapó en una torre mágica y me usó de la forma que mejor le pareció. Esa fue la vida que viví antes de que se rebobinara. Para ser feliz en mi segunda oportunidad de vida, decidí alejarme de todo lo relacionado con la magia, incluso convertirme en la doncella de un conde. Al menos, así es como se suponía que debía ser... “¡Eres la única persona que tengo! ¡Por favor, róbalo de Milena! ¡Te lo ruego! Espere un momento, maestro. El 'chico' que quieres que saque de su dama no sería el mayordomo, cuya cara se parece tanto a la del Emperador que no puedo acostumbrarme, ¿o sí? Solo mirar su rostro me pone ansiosa, ¿y me estás diciendo que seduzca a Graham? … ¿Tampoco seré capaz de vivir esta vida tranquilamente?